lunes, 4 de junio de 2007

39 años de “Almorzando con Mirtha Legrand”


Informe Especial

El programa festeja hoy un aniversario más. En Primiciasya hacemos un poco de historia y contamos cómo y cuándo surgió este ciclo que sin lugar a duda a la Diva le cambió la vida.

A fines de los años sesenta Alejandro Romay, director de Canal 9, le ofreció a Mirtha Legrand conducir su propio programa: "Almorzando con las estrellas". La diva, que se había alejado un tiempo de sus actividades después de la muerte de la madre, se entusiasmó enseguida con el proyecto.

Cuando Don Alejandro le habló a Mirtha del programa, Daniel Tinayre,su marido, no estuvo muy de acuerdo que digamos al principio. En su autobiografía Romay comenta que el productor francés comenzó a poner excusas: "Que todos los días iba a ser muy cansador , que había que ver quiénes se sentarían en la mesa, que no sabía si a Mirtha le convenía profesionalmente".

Gracias a la diva-que se mostró entusiasmada desde un primer momento-y a la insistencia del propio Romay, Tinayre terminó aceptando.

La idea era súper original: La estrella sería la anfitriona de unos almuerzos en los que asistirían las figuras más importantes del ambiente artístico.

A partir del momento en que Mirtha comenzó con el ciclo (un 4 de junio de 1968), no hubo famoso que no soñara con sentarse a su mesa.

Durante los dos primeros años el ciclo se llamó "Almorzando con las estrellas".

En su tercera temporada, Tinayre le pidió a Romay que por favor le cambiara el nombre por "Almorzando con Mirtha Legrand", dado el importantísimo rol que "Chiquita" ejercía en el programa: "Resolvimos que me iba a entregar un acuerdo por la utilización del formato y Mirtha se presentó con el nuevo título: el primer día tuvimos 14 puntos de rating, que fue subiendo hasta los 20 puntos", cuenta Don Alejandro en "MemoriZar", su autobiografía.

Su permanencia en el aire no fue ininterrumpida; durante el gobierno de Raúl Alfonsín el programa dejó temporalmente de emitirse.

El 23 de septiembre de 1994 falleció Daniel Tinayre y todos creyeron que había llegado el fin de los almuerzos. El marido de la diva había sido el productor del ciclo junto a Carlos Rottemberg y fueron muchos los que pensaron que sin su presencia ya nada sería como antes.

A pesar del dolor, Mirtha volvió al ruedo. El día de su regreso apareció ante las cámaras totalmente vestida de negro y llorando de una manera desconsolada. Sin embargo pudo dejar su tristeza atrás y volver a empezar. El apoyo de sus hijos y de sus nietos Juanita y Nacho (fruto del matrimonio de Marcela Tinayre con Atilio Viale del Carril) fue fundamental.

Pero el 20 de abril de 1999, sufrió el mayor dolor de su vida: la muerte de su hijo a los 51 años, víctima de un cáncer de páncreas. Dany, que era veterinario, había decidido pasar sus últimos días en casa de su madre. Y dicen que fue en los propios brazos de Mirtha donde dejó de respirar. Fue enterrado en un Cementerio de Pilar, el mismo donde había sido sepultado su padre unos años antes.

Lo cierto es que Mirtha es un ejemplo de cómo levantarse de entre los escombros y mirar hacia el futuro. Y aunque lleve consigo un sinfín de dolores insuperables, siempre va a estar dispuesta a darle lo mejor a su público, el mismo al que una vez- cuando apenas era una niña- "le entregó la vida".

Hoy se cumplen 39 años de aquel almuerzo inaugural en el que Mirtha sentaba a su mesa a millones de televidentes. Aquella muchachita de Villa Cañás, con una vocación artística tempranamente manifestada y un "ángel" que todavía sobrevuela sus almuerzos, selló, para siempre, los mediodías de los argentinos.

Las situaciones que rodearon su mesa fueron miles, como sus dueños. Si tuviéramos la oportunidad de apreciar lo invisible, veríamos por debajo de los finos manteles que la recubren, más de una careta abandonada; más de un disfraz confundido con la alfombra y cientos de miles de palabras sin sentido a las que Mirtha otorgó debida forma y tradujo correctamente, desenmarañando el nudo de discursos tendenciosos o de doble sentido, de esos que, cada tanto, nos ha querido vender algún que otro funcionario de turno, a través de su pantalla.

Pero a "Chiquita", no. Con La Señora no se juega y deja, crudamente, al descubierto, a quien trate de venderle cualquier buzón, a ella o a su audiencia.

Y ahí encontramos, tal vez, una de las claves de su éxito: El Respeto que genera, tanto en sus comensales y, (por decantación) en el televidente. Y eso el público lo nota, lo aprecia y lo recompensa.

La valentía, la inteligencia, el carácter, la espontaneidad y su elegancia, han trascendido la pantalla durante todos estos años para convertirla en un referente indiscutible, una férrea líder de opinión.

Nadie mejor que ella para hablarnos sobre lo que significa una carrera triunfal, colmada de logros y satisfacciones, del cariño de la gente.

Nadie mejor que ella para hablarnos sobre lo que significa seguir adelante y saber convertir esos mismos logros, satisfacciones y cariño, en el ímpetu arremetedor de los que cargan en sus hombros, tragedias como las que Mirtha, "La Grande", supo sobrellevar.

Hoy se cumplen 39 años de aquel almuerzo inaugural en el que millones de televidentes se sentaban a su mesa.

Hoy, Mirtha, cumple 39 años en la televisión argentina y la mesa sigue servida.

Fuente: primiciasya

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